NACIÓN | 9/10/2020 4:07:00 PM

“La asesinaron vilmente”: Harold Ramírez, padre de Julieth Ramírez

Julieth Ramírez es una de las víctimas mortales de la noche del 9 de septiembre en la capital del país. La joven de 19 años recibió un disparo, presuntamente de la Policía, que la mató.

Después de una noche de horror, abusos policiales y vandalismo en Bogotá, las autoridades informaron que entre las víctimas mortales estaba la joven Julieth Ramírez de tan solo 18 años. Harold Ramírez, su papá, estuvo en SEMANA Noticias para recordar a su hija como fue en vida y para relatar lo que sabe hasta ahora, de su muerte. “Mi hija tenía 18 años, ella era una niña de casa, con una estructura familiar de casa, con bondad y sabiduría, con muchas aspiraciones”, empezó diciendo con voz nerviosa.

“El ángel de todo el mundo, una niña sana, con principios, tenía aspiraciones de radicarse en Estados Unidos, quería ser independiente. Se estaba especializando en inglés (…) trabajo unos días en un restaurante de Bogotá, tenía muchos sueños e inspiraciones”. Hizo un técnico en infancia y adolescencia y, además, estaba estudiando psicología.

Cristian Hurtado, fallecido en las protestas de Bogotá, en relato de su familia

Ramírez recibió la noticia a las ocho de la noche del miércoles, cuando lo llamaron a decirle que a su hija la había matado con un tiro en la cabeza. Le pidieron acercarse para la identificación del cuerpo. “Yo lo que hice fue pegar un grito, mi hija chiquita se enteró, fue una noche terrible, no he dormido, no me he tomado un tinto, no tengo apetito”.

Julieth, como lo contó su padre, no estaba participando en las protestas, pero sí terminó muriendo durante las mismas y, al parecer, quien tiró del gatillo fue un policía: “Fui con la amiga de mi hija con la que tuvo el suceso y le pregunté ‘mamita, acuérdate dónde es, caramba, es imposible que se te olvide’ (…) Y me identifica el sitio y sorpresa, está a menos de cien metros del CAI”.

Según el relato de Harold, siempre ha sido respetuoso y amigo de la ley, de la fuerza pública, por lo que su hipótesis inicial no era que la policía hubiera sido responsable.

“Pero cuando usted ve evidencias, como perdigones aún en el piso después de doce horas (…) nadie ha ido, no ha ido un detective, no ha ido un investigador, mi niña sigue en Medicina Legal”, aseguró.

“Los comerciantes, todos coinciden en exactamente lo mismo: que era la Policía la que estaba disparando”, dijo con un suspiro.