El laberinto de Iván Duque tras las protestas

Naciones Unidas denunció internacionalmente el aumento de asesinatos selectivos a defensores de derechos humanos y excombatientes de las Farc en Colombia. El organismo multilateral le pidió al Gobierno actuar más rápido.

Las protestas de fin de año marcarán un antes y un después en el gobierno de Duque. A pesar de las críticas, el presidente ha mostrado su verdadero talante ante ese reto.

Los líderes sindicales endurecieron sus exigencias y ahora exigen cambiar la política de seguridad, que el país se retire de la Ocde, que haya diálogo con el ELN y que Ecopetrol vuelva a ser una empresa pública. ¿Qué futuro tendrán estos reclamos?

Las tres semanas que acaban de terminar son, sin duda alguna, las más complejas que el presidente Iván Duque ha enfrentado. La intensidad de las marchas ha venido amainando, pero la tensión política y la expectativa de lo que pueda ocurrir el próximo año, cuando terminen las fiestas decembrinas, permiten prever que el horizonte está lejos de despejarse.

Las protestas en lugares como Chile, Colombia, Hong Kong, Irak y Líbano se han caracterizado por la ausencia de líderes, pero eso no significa que no haya habido rostros destacados.

La situación para el presidente no es fácil. Puede que después de las protestas de este año consiga la paz política con los partidos. Pero llegar a la paz social con los del paro resultará mucho más difícil.