Deforestación en Guaviare

La serranía de La Lindosa es hogar de tesoros arqueológicos de pueblos nómadas que habitaron el Guaviare, joyas solo accesibles tras horas de viaje por carretera, río y caminata en la selva.

La Fiscalía había ordenado su cierre definitivo, pero un juez levantó la medida. A los 138 kilómetros abiertos desde hace décadas, este año se sumaron 37 más. Hay alarma porque es en temporada seca cuando más tumban y queman selva para apropiarse de la tierra.

La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y el Oriente Amazónico (CDA) impuso una millonaria sanción a la administración departamental, así como a las alcaldías de Calamar y Miraflores, por el daño ambiental causado con la construcción de una vía de 138 kilómetros.

La Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana creó una escuela de formación política a fin de que los miembros de las 56 etnias de la Amazonia colombiana se formen para defender y proteger su territorio.

Así lo manifestó Olmes Rodríguez, líder social y ambiental del corregimiento El Capricho en San José del Guaviare, quien representa a 168 familias que viven del bosque a partir de la agroforestería comunitaria. “Estamos cansados de que capturen a los campesinos y no a las grandes mafias deforestadoras”, dijo.

Este martes se conocieron las intimidaciones de las que están siendo objeto las organizaciones que trabajan en Guaviare, Caquetá y Meta. Con panfletos se les ha ordenado salir del territorio.

En 2016 la cobertura de pastizales en esta serranía del Guaviare alcanzó la mayor extensión, con 100.400 hectáreas, mientras que la extensión de bosques decreció a 61.318 hectáreas, lo que evidencia el efecto de la deforestación.